Tras muchas quejas en las redes, parece que alguien ha decidido llevar la crítica general a los juzgados. Y es que los problemas de drifting que muchos usuarios están sufriendo en sus mandos DualSense, han llevado a los abogados de Chimicles Schwartz Kriner & Donaldson-Smith LLP a presentar una demanda contra Sony por los problemas ocasionados.




En primer lugar ¿que es un drifting? Pues posiblemente has sufrido un daño severo a tu mando. Se trata de un malfuncionamiento que en algunos productos podría aparecer debido a un uso intenso, y en el caso de los gamepads de juego, se repite muy comúnmente en los sticks analógicos.


Ya sea por moverlos bruscamente o por el paso del tiempo, algunos mandos pueden presentar movimientos fantasmas o involuntarios producidos por la pérdida de sensibilidad de los sticks analógicos, y claro, esto se pueden entender en mandos que cuentan con cientos y cientos de partidas a sus espaldas, pero no de un periférico que tiene poco más de 2 meses de vida.



Mientras los abogados de Chimicles Schwartz Kriner & Donaldson-Smith LLP han estado preguntando a muchos usuarios afectados por el supuesto problema, colgando en su web oficial un cuestionario en el que todos aquellos afectados debían de compartir sus impresiones y su caso personal.


Pues bien, al parecer han debido de recibir infinidad de solicitudes y testimonios, ya que el bufete ha decidido ir a más y ya ha presentado una demanda colectiva contra Sony.
Según la documentación, afirman que “el mando DualSense está defectuoso, y que el drifting interfiere significativamente en el juego, comprometiendo la funcionalidad principal del controlador DualSense”. El documento de la demanda, el cual podrás leer en el enlace que te dejamos a continuación, cuenta con una gran cantidad de testimonios, así como capturas de Reddit y otros foros donde se reproduce la frustración de una gran cantidad de usuarios.



De momento la marca simplemente está invitando a los usuarios a que hagan uso de la garantía si lo creen conveniente, algo que se traduce en la obligación a pagar los gastos de envío y a esperar indefinidamente a que la compañía devuelva el controlador. Esto obviamente impide a los usuarios a poder seguir jugando con su consola al carecer de otro controlador, por lo que la situación no está siendo especialmente cómoda del lado del usuario.




Lo peor del asunto es que esto no es nada nuevo para Sony. Con el DualShock 4 ya ocurría algo similar, y es ahí donde la demanda aporta su principal ataque, asegurando de que Sony, siendo consciente de estos problemas, no ha hecho nada para garantizar el buen funcionamiento del nuevo controlador. ¿La realidad? Sony podría salvarse de esa acusación, ya que DualSense supone un gigantesco cambio respecto al DualShock 4, por lo que podría ver la manera de no relacionar el historial de drifting que ya poseía.