Los accionistas de Activision Blizzard han votado hoy si aprueban o no la propuesta de adquisición de la compañía por parte de Microsoft, y lo han hecho de forma abrumadora. El editor ha anunciado que más del 98% de las acciones han votado a favor del acuerdo, allanando el camino para que la adquisición se lleve a cabo, aunque todavía hay que superar una serie de obstáculos antes de que sea una realidad.

"El voto abrumadoramente favorable de nuestros accionistas confirma nuestra creencia compartida de que, combinados con Microsoft, estaremos aún mejor posicionados para crear un gran valor para nuestros jugadores, aún más oportunidades para nuestros empleados, y para continuar con nuestro enfoque de convertirnos en un ejemplo inspirador de un lugar de trabajo acogedor, respetuoso e inclusivo", dijo el CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, quien está en la línea de recibir un considerable acuerdo en caso de que salga de la compañía después de que el acuerdo se cierre, como se espera.

Aunque técnicamente la votación todavía tiene que ser certificada y luego comunicada a la Comisión de Valores y Bolsa, esto es una mera formalidad en este momento. Pero, como se ha señalado anteriormente, el éxito de esta votación -que se creía ampliamente que iba a ser así- no significa que Microsoft sea ahora propietaria de Activision Blizzard. Todavía queda un largo camino por recorrer, ya que se enfrentará al escrutinio de los reguladores, incluida la Comisión Federal de Comercio de E.U. y los de otras regiones, como la UE y China. Esto podría ralentizar la operación o detenerla por completo, como ocurrió con el reciente intento de adquisición de Arm por parte de Nvidia, que finalmente no se llevó a cabo.

Microsoft anunció su intención de adquirir Activision Blizzard en enero por 95 dólares la acción. El hecho de que las acciones de Activision Blizzard se sitúen hoy muy por debajo de ese precio ha dado lugar a algunas especulaciones de que los inversores no creen que el acuerdo vaya a tener éxito. Sea como sea, el proceso de adquisición sigue adelante y se espera que se cierre a finales de junio de 2023, siempre que todo vaya según lo previsto.

Este intento de adquisición se produce en medio de numerosos informes sobre problemas laborales en Activision Blizzard, incluidas las acusaciones que implican a Kotick. La empresa se enfrenta a múltiples demandas y también a los intentos de sindicalización de sus trabajadores.

Si la operación se lleva a cabo, Microsoft se convertiría en la tercera empresa de videojuegos del mundo, tras Tencent y Sony. Pondría bajo su control franquicias masivas como Call of Duty, Warcraft y Candy Crush y, sin duda, provocaría una afluencia de juegos para Xbox Game Pass, aunque aún está por ver cómo gestionaría la exclusividad de estas series.