Si hay un vídeo juego que todo el mundo conoce, ese es sin duda alguna Space Invaders. El popular matamarcianos creado por Tomohiro Nishikado en 1978 fue el primer gran éxito japonés en la industria del videojuego. Pero, ¿sabías por qué un juego de naves espaciales tenía a pulpos, calamares y cangrejos como enemigos?


Las historias acerca de cómo se originaron muchos juegos, tanto actuales como antiguos, pueden llegar a ser fascinantes y realmente curiosas cuando se conocen de mano de sus propios creadores. Una de ellas es la que tiene que ver con Space Invaders, un juego que vio la luz en 1978 y que surgió de un modo muy particular según cuenta su autor en un documental de Netflix llamado High Score.


A finales de los setenta el mundo de los videojuegos estaba empezando a despegar y los salones recreativos se estaban convirtiendo en lugares con mayor popularidad entre los más jóvenes. Eran a donde estos iban en busca de historias interactivas que habían logrado convertir los televisores en pantalla interactivas gracias a las máquinas arcade.


Por supuesto, aquellos primeros juegos de recreativas estaban a años luz en cuestiones técnicas si se comparan con las actuales propuestas que podemos llevar incluso en el bolsillo a través del smartphone, pero es algo lógico debido a las propias limitaciones del hardware donde se ejecutaban. Pero aún así, en ese momento eran toda una revolución y millones de usuarios quedaron completamente enganchados a ellos. Sembrando así el germen que llevaría a muchos de ellos a dedicarse a ese mundo y dar a luz años más tarde auténticas joyas del mundo de los videojuegos.


Pero siguiendo con la historia que nos interesa, por aquellos años Tomohiro Nishikado se planteaba cómo podría hacer a partir Breakout, el conocidísimo juego de Atari donde tienes que hacer rebotar una pelota sobre una plataforma móvil para acabar con una serie de ladrillos, un nuevo videojuego. Quería aprovechar esa base e idea para crear otro título diferente, pero igual de adictiva. Así fue como nació un primero título de batallas que a pesar de no alcanzar el éxito sí sirvió como esqueleto para lo que sería Space Invaders.


Tomohiro Nikishifo había empezado a oír hablar de una película estrenada en 1977 que estaba causando furor. Su nombre era Star Wars: Una nueva esperanza (1977). Una cinta que comenzaría una de las sagas más importantes de toda la historia. Gracias a ella el autor de Space Invaders tuvo la idea de usar droides como enemigos, porque sus pruebas con tanques, aviones e incluso soldados no habían logrado generar ese interés que esperaba en los jugadores.


El problema es que si bien la película de la Guerra de las Galaxias ayudó con la ambientación, aún los enemigos no atraían del todo a los usuarios. Así que, de nuevo, fue otra película la que permitió que Space Invaders se convirtiese en el gran éxito que fue: «La guerra de los mundos» de H.G Weels. Esta película había estado siempre en la cabeza de Nishikado, quien creció con la idea de que si algún día hubiese una invasión extraterrestre, los enemigos serían como pulpos gigantes.


Así que esa idea acerca de cómo sería una invasión por parte de criaturas de otro planeta fue la que acabó de dar forma a los enemigos del juego: pulpos, calamares gigantes y cangrejos, además de los respectivos ovnis. Una vez tuvo los bocetos en papel se llevó el diseño a formato bits y la forma final de estos invasores es la que ya conoces y se ha convertido en todo un icono en el mundo de los videojuegos.



Esa combinación de ideas entre Star Wars y La guerra de los mundos permitió a Nikishado el darle forma a un arcade que se convirtió en todo un fenómeno de masas. Fue el primer gran éxito japonés en la industria y como se cuenta llegó a provocar incluso escasez de monedas de 100 yenes que eran las que se usaban en los salones recreativos para jugar a estas máquinas.
Con tanto revuelo generado era lógico que no pasaría desapercibido para Atari, en aquel momento todo un gigante de las máquinas recreativas que tuvo la genial ideal de lanzar su propios consola y crear el primer cartucho de videojuego: Space Invaders. Eso hizo que las ventas de la consola se disparasen y el título pasó a formar parte de la historia.


Como puedes ver, estos extraños pulpos, cangrejos y calamares extraterrestres surgieron de las historias que dos películas de la época proponían. Una curiosa, pero no única, form de inspirar a un desarrollador de videojuegos que hizo historia con su título. Aunque ya te advertimos que hay muchas más como esta, pues a fin de cuentas es de cosas cotidianas del día a día, de lo que se lee, escucha o ve de donde salen todas esas cosas que luego nos encantan.


Así que, pese a no tener mucha lógica que un pulpo, un calamar gigante o un cangrejo lleguen del espacio exterior con el propósito de conquistarnos, a nosotros es ya nos da igual. Hemos aceptado que es posible y el diseño de Spaces Invaders es tal cual queremos. Así que a disfrutar del que también fue uno de los primeros juegos donde había una estrategia marcada si querías obtener la victoria a medida que pasabas de nivel y todo se complicaba más aún. Porque, aunque parezca hoy en día un juego sencillo, te invitamos a que pruebes a través de algún emulador el arcade original. Igual no pasas de la primera pantalla o filas de enemigos.