Uno de los grandes éxitos de la Raspberry Pi está sin lugar a dudo en su carácter abierto. Gracias a él son muchos los usuarios que pueden programar soluciones a medida para dar respuesta a problemas concretos. Pues bien, Squarofumi Watchy podríamos decir que es la Raspberry Pi de los relojes inteligentes.





Si bien podríamos decir que Watchy es como la Raspberry Pi de los relojes inteligentes, el calificativo como sucesor de Pebble tampoco le vendría nada mal. Porque esta es una propuesta que comparten algunos puntos con ambos proyectos como podrás ver a continuación. Pero antes, hagamos formales las presentaciones.


Squarofumi Watchy es un reloj inteligente de código abierto. Esto significa que cualquiera con conocimientos en el área del desarrollo de software podría crear todo tipo de aplicaciones para él siempre y cuando su hardware fuese capaz de soportarlas y ejecutarlas sin problema alguno.


Esto de por sí ya supone una ventaja importante y motivo más que suficiente para que aquellos usuarios más entusiastas se lancen a por él con los ojos cerrados. Porque si bien es cierto que ya hay propuestas muy atractivas dentro del sector de los relojes inteligentes, también es verdad que muchos que prefieren tener la posibilidad de crear lo que ellos creen necesitar o mejor se adapta a sus preferencias personales.
Y claro, ahí tiene pocos rivales este Watchy. Pero hablamos de su hardware, porque dice mucho del tipo de propuesta que es. Para empezar ofrece una panel de tinta electrónica E-Ink de 1,54 pulgadas con una resolución de 200 x 200 y una relación de aspecto cuadrada,






En temas de controlador usa el chip ESP32-PICO-D4 que destaca principalmente por su soporte y compatibilidad con entornos Arduino, MicroPython, NodeMCU o Lua ROTS. Estos nombres que puede que para ti suenen a chino son los que van a permitir que numerosos entusiastas no paren de sacarle nuevas opciones.


Además de pantalla, procesador y la interfaz USB de serie, el reloj también disfruta de un acelerómetro de 3 ejes, motos de vibración, conexión Bluetooth, WLAN y una batería de 200 mAh que debe durar más de una semana visto lo visto.




Con todo lo anterior ya visto y claro es evidente que este es un reloj muy particular. Tanto es así que se demuestra nada más comprarlo pues no llega ni con sistema operativo ni con carcasa. Algo que en parte se justifica porque su coste es muy bajo (unos 40 euros) y porque así tienes la posibilidad de crear el tuyo propio, a tu gusto personal y sin tener que realizar una segunda inversión en correas, etc.


Eso sí, todo esto tiene una mayor contrapartida aún y es que al ser un producto tan de nicho la producción es baja y resulta complicado poder hacerse con uno. Pero ahora que ya lo conoces (si es que antes no lo habías visto) ya estás sobre la pista y lo único que tienes que hacer es mantenerte atento para atrapar una unidad en cuanto se reponga.