Explicación de la fatiga del zoom

Una de las formas en que la pandemia de coronavirus cambió nuestras vidas es que ahora hacemos videollamadas más que nunca. ¿Por qué? Usted preguntaría. Porque para la mayoría de nosotros, esa es la única forma de comunicarnos con nuestros compañeros de trabajo, amigos que viven lejos o niños que asisten a clases en línea. Incluso hay un término para ello; se llama Zoom.

Pero este uso excesivo de la tecnología de videoconferencia tiene sus desventajas: una de ellas es Zoom Fatigue. Entonces, exploremos más sobre este nuevo tipo de problema que muchas personas enfrentan hoy en día.

¿Qué es la fatiga del zoom?


Zoom Fatigue es una situación en la que una persona se siente cansada y agotada después de una sesión de videoconferencia. Si bien la condición lleva el nombre de la aplicación Zoom debido a su popularidad, se aplicaría a otras aplicaciones de chat de video como Google Meet, Facetime, etc.

¿Qué son las causas de la fatiga del zoom?

Ahora han comenzado a surgir varios trabajos de investigación que intentan analizar las consecuencias psicológicas de las reuniones virtuales prolongadas. Un estudio realizado por el investigador de Standford Jeremy Bailenson resume las causas de la fatiga de las reuniones de Zoom en cuatro puntos clave. El investigador también sugiere soluciones sobre cómo las personas pueden superar el cansancio y la fatiga mental debido a las videollamadas y ahorrar energía.

Bailenson, junto con otros investigadores, también ha desarrollado la Escala de agotamiento y fatiga del zoom, que se puede utilizar para medir la fatiga de las videoconferencias en el trabajo. Hace una serie de preguntas relacionadas con la fatiga general, la fatiga social, la fatiga emocional, etc. de una persona.

¿Qué causa la fatiga del zoom y cómo superarla?


1. Más contacto visual y situaciones intensas


Si eres alguien que usa un iMac de 27 pulgadas para hacer videollamadas, es posible que te abrume el tamaño de la cara de la persona del otro lado. En el mundo real, una persona demasiado cercana a nosotros desencadena la sensación de intimidad o conflicto. En los chats de video uno a uno, es posible que veas la cara de la otra persona en un tamaño que simula esas situaciones intensas, según Bailenson, y "estás en este estado de hiperexcitación".

Además, la interfaz de usuario basada en cuadrículas en las videollamadas aumenta drásticamente el contacto visual. Aquí todos miran a todos, incluso si no interactúan en absoluto. La sensación de ser mirado todo el tiempo puede desencadenar ansiedad social de hablar en público en algunas personas, lo cual es una situación estresante.

Mirar la configuración de múltiples cámaras también interfiere con la visión central del cerebro, ya que tiene que procesar muchas caras simultáneamente.

Como remedio, Bailenson sugiere utilizar un monitor externo para alejarse de la pantalla y de las personas. También puede reducir el tamaño de la ventana de la aplicación en relación con la pantalla.

2. Las llamadas de video reducen nuestro movimiento


Si bien algunos de nosotros podríamos haber tenido el privilegio de comer obleas durante las videollamadas, algunos tienen que sentarse en la misma posición y permanecer en el campo de visión de la cámara. Pero la investigación señala que las videollamadas reducen nuestra movilidad en un grado significativo de una manera poco natural en comparación con una conversación en persona o llamadas telefónicas en las que podemos movernos.

Aquí, Bailenson sugiere usar una cámara web externa y un teclado colocados a una distancia que nos permita tener una configuración más relajada y flexible. Apagar la cámara durante algún tiempo permitirá a los usuarios moverse un poco durante la llamada. Los estudios sugieren que las personas podrían desempeñarse mejor cognitivamente mientras se mueven.

3. Vernos a nosotros mismos durante la llamada es agotador


Una cosa con la que muchas personas no se sienten muy cómodas es verse en la cámara y escuchar su propia voz. Si le gusta hacer videos, es posible que esté familiarizado con esto. El estudio dice que las personas que se ven constantemente a sí mismas durante la videollamada se vuelven más críticas consigo mismas, y eso es agotador.

Es como verse en el espejo, lo que podría traer consecuencias emocionales negativas. Como solución, puede habilitar la opción de ocultar la vista propia en la aplicación de videoconferencia, sugiere Bailenson.

4. Las videollamadas aumentan la carga cognitiva


Si bien las reuniones virtuales se pueden realizar en la comodidad de nuestro hogar, existe una consecuencia inesperada de no tener una interacción cara a cara con las personas. Cuando interactuamos con las personas directamente, además de las palabras que se dicen, subconscientemente tomamos la ayuda de varias señales no verbales, gestos y lenguaje corporal para comprender lo que están tratando de transmitir.

La configuración virtual donde el fotograma de video incluye principalmente nuestras caras hace que sea más difícil entender esas cosas. Aquí, apagar la cámara por un tiempo liberará su mente de buscar esas señales no verbales y no “sofocarse con gestos que son perceptualmente realistas pero socialmente sin sentido”.

Ahora sabes qué es la fatiga de Zoom y cómo esquivarla, si no detenerla por completo. Si tiene algo que agregar, no dude en dejar sus pensamientos en los comentarios.