Si has probado a usar un brazo articulado para monitores, ya sabrás que no hay nada más cómodo y beneficioso para tu día a día. Son muchas las ventajas que aporta, pero también se puede usar para otros tipo de usos que igual no te habías parado a pensar.


Trabajar o simplemente disfrutar de tus ratos de ocio frente a una pantalla es algo que deberías hacer siempre de forma cómoda. Por ello, es importante tener una buena silla, una mesa donde poder ubicar cualquier tipo de accesorio sin estar agobiado y también todo aquello que te ayude a conseguir una buena ergonomía.


Para esto último, los brazos para monitores ayudan mucho a la hora de conseguir una buena postura cuando estás delante de ellos trabajando o simplemente visualizando cualquier tipo de contenido con carácter de ocio. Y sí, las peanas de muchos monitores también permiten un ajuste rápido y precioso en la altura, inclinación e incluso giro de la pantalla, pero hay más ventajas.


Como ya te contamos cuando hablamos de cómo elegir un buen brazo para monitor, estos también ayudan a la hora de optimizar el espacio de trabajo. Así, gracias a ellos se puede liberar un espacio en la mesa importante, sobre todo si el fondo de la misma es más justo o si incluso quieres optar por alguna solución que se fija a la pared.


No obstante, estos serían los usos lógicos de este tipo de accesorios, pero se les puede sacar mucho más partido con un poco de imaginación.



Venga, usar un brazo para monitor con una pantalla es lo obvio, pero qué pensarías si te decimos que puedes sacarle mucho más partido en otro tipo de situaciones. Vamos a ver algunas de ellas y verás como después te planteas el hacerte con uno o varios.




Si eres YouTuber o streamer sabrás que una de las peleas más habituales está relacionada con dónde colocas tu cámara par obtener ese plano o encuadre que buscas. Algo que no siempre resulta sencillo del todo, menos aún si durante tus directos o producciones tienes necesidad de cambiar la cámara de posición y quieres hacerlo rápidamente.


Cuando tienes espacio de sobra en la habitación no suele haber mucho problema, porque colocas la cámara en un trípode y lo vas moviendo allá donde te interese. Pero si no es así o quieres optimizar todo esto, un brazo para monitor puede ser de gran ayuda. A fin de cuentas lo fijas en la mesa, se sujeta de forma segura y puedes colocarle la cámara con sólo adaptarle una rótula.


Hay quienes apuestan por una impresión 3D para lograr un adaptador VESA al que luego fijan una cámara. Esta a su vez usa una jaula con múltiples cogidas para quedar bien sujeta. Así que si te interesa, puedes imprimir el tuyo descargando el modelo 3D o bien crearlo con algún otro tipo de material. Hay soluciones muy variadas para un mismo «problema» y merece la pena experimentar con ellas.


Además, esta idea también es ideal si quieres obtener planos cenitales en foto o vídeo de forma más sencilla.


Sujetar la cámara es una de las opciones que tienes para sacarle más partido a un simple brazo para monitor, pero no es el único. En lugar de tu cámara lo que puedes hacer es colocarle un foco LED. Así, gracias a ello podrías cambiar la posición del mismo también de forma rápida y cómoda según lo necesites.


¿Quieres una iluminación más lateral? Pues simplemente llévalo a ese punto que deseas y luego inclina o no según lo necesites. Además, si el brazo es de esos que tienen opción para subir y bajar mejor aún.


Por último, estos brazos también se pueden usar para colocarles un micrófono y tener de nuevo una configuración mucho más eficiente a la hora de grabar podcasts o simplemente realizar directos o cualquier otro tipo de contenido en audio o vídeo.


Es cierto que los brazos para micrófono ya ofrecen precios muy económicos, pero en ocasiones puede resultar más interesante una solución de este tipo que puedes combinar con otros y tenerlos todos en un mismo poste vertical que fijas a la mesa. Además de soportar un mayor peso.
Este vídeo de DSLR Video Shooter muestra como podría ser una configuración de este tipo donde tener todo lo necesario para crear contenido en vídeo, desde la cámara hasta iluminación y sonido.